¿PODEMOS SEPARAR EL ARTE DEL ARTISTA?
Siempre hemos escuchado diferentes opiniones acerca de este tema. ¿Se puede separar el arte del artista?
Una persona dedicada y comprometida con el arte, sea del ámbito que sea, crea sus obras en base a las experiencias que han vivido, o incluso que han visto, pero siempre desde su punto de vista, plasmando sus creencias, pensamientos, y de cierta forma, su estilo de vida, incluyendo su visión personal y sus valores en la obra.
Una obra generalmente está creada para el disfrute y la apreciación de la audiencia, lo cual tiene un impacto y una influencia sobre el mundo, y dependiendo de la persona detrás de la obra, esta tendrá un impacto positivo o negativo. Al consumir el arte de estas personas, les estamos apoyando, por lo que ambos conceptos no se deberían desvincular.
Consumir los trabajos y creaciones de una persona que ha sido señalada por
incurrir en cualquier tipo de actividades abusivas o lesivas para el resto de personas, seria influir y apoyar sus acciones, ya sea de forma económica, al generar ingresos al momento de apoyar su obra, y social porque su obra y su ideología se siguen compartiendo.
En algún momento, todas las personas hemos consumido obras de artistas que terminaron haciendo algo negativo, o que se terminó descubriendo al tiempo, y es cierto que la decisión de separar el arte de su creador es algo personal. Aunque sí que deberíamos considerar el hecho de que al consumir el material de una persona "cancelada" o que se ha visto involucrada en cualquier acto o señalamiento, deberíamos analizar si el daño que hizo es perjudicial para los derechos y las vidas de otras personas, y asegurarnos de recordar nuestros valores, nuestra condición y valor social y si todo eso afecta a las personas y a nuestra forma de pensar y de vivir.
También teniendo en cuenta el contexto histórico en el que nos encontramos y analizando algunas situaciones estaría bien diferenciar entre delito e ideología opuesta, ya que está el acto de realizar comentarios o defender ideologías que para otras personas pueden ser dudosas o incluso ofensivas, y es cierto que cada una está en su derecho de seguir sus valores e ideologías y decidir apoyar o cancelar a dichas personas.
Grandes creadores de obras, como películas, libros, canciones, coreografías, teatros... Tienen antecedentes y/o denuncias por diferentes actos al respecto, pero, desafortunadamente, como dice la escritora estadounidense Claire Deder: En un artículo para the paris review, "lo horrible afecta a lo maravilloso; no podemos ver, oír y leer esa obra de arte sin recordar el horror".
En resumen, consumir los trabajos de una persona que ha sido señalada por cualquier tipo de abuso físico, verbal, psicológico... Es influir y apoyar sus acciones, ya sea de forma económica o social.
Separar el arte del artista es apreciar la obra sin tomar en cuenta la ideología política, social o moral del artista, así como separar cualquier otra característica que haga referencia a la persona detrás de la obra.
Una persona dedicada y comprometida con el arte, sea del ámbito que sea, crea sus obras en base a las experiencias que han vivido, o incluso que han visto, pero siempre desde su punto de vista, plasmando sus creencias, pensamientos, y de cierta forma, su estilo de vida, incluyendo su visión personal y sus valores en la obra.
Una obra generalmente está creada para el disfrute y la apreciación de la audiencia, lo cual tiene un impacto y una influencia sobre el mundo, y dependiendo de la persona detrás de la obra, esta tendrá un impacto positivo o negativo. Al consumir el arte de estas personas, les estamos apoyando, por lo que ambos conceptos no se deberían desvincular.
Consumir los trabajos y creaciones de una persona que ha sido señalada por
incurrir en cualquier tipo de actividades abusivas o lesivas para el resto de personas, seria influir y apoyar sus acciones, ya sea de forma económica, al generar ingresos al momento de apoyar su obra, y social porque su obra y su ideología se siguen compartiendo.
En algún momento, todas las personas hemos consumido obras de artistas que terminaron haciendo algo negativo, o que se terminó descubriendo al tiempo, y es cierto que la decisión de separar el arte de su creador es algo personal. Aunque sí que deberíamos considerar el hecho de que al consumir el material de una persona "cancelada" o que se ha visto involucrada en cualquier acto o señalamiento, deberíamos analizar si el daño que hizo es perjudicial para los derechos y las vidas de otras personas, y asegurarnos de recordar nuestros valores, nuestra condición y valor social y si todo eso afecta a las personas y a nuestra forma de pensar y de vivir.
También teniendo en cuenta el contexto histórico en el que nos encontramos y analizando algunas situaciones estaría bien diferenciar entre delito e ideología opuesta, ya que está el acto de realizar comentarios o defender ideologías que para otras personas pueden ser dudosas o incluso ofensivas, y es cierto que cada una está en su derecho de seguir sus valores e ideologías y decidir apoyar o cancelar a dichas personas.
Grandes creadores de obras, como películas, libros, canciones, coreografías, teatros... Tienen antecedentes y/o denuncias por diferentes actos al respecto, pero, desafortunadamente, como dice la escritora estadounidense Claire Deder: En un artículo para the paris review, "lo horrible afecta a lo maravilloso; no podemos ver, oír y leer esa obra de arte sin recordar el horror".
En resumen, consumir los trabajos de una persona que ha sido señalada por cualquier tipo de abuso físico, verbal, psicológico... Es influir y apoyar sus acciones, ya sea de forma económica o social.
Separar el arte del artista es apreciar la obra sin tomar en cuenta la ideología política, social o moral del artista, así como separar cualquier otra característica que haga referencia a la persona detrás de la obra.